miércoles, 5 de septiembre de 2012

Intromisión de la globología en las escuelas.

Durante los últimos días, el administrador de empresas Esteban Bullrich, devenido en Ministro de educación de la ciudad de BsAs, desplazó a seis maestros de sus funciones por explicarles a sus alumnos, mediante una representación actoral, los motivos por los cuales se iban a fusionar el 6 grado A y B de la escuela N°13 de Monte Castro. Dicha sanción, fue tomada debido a que el padre de un alumno acercó a las autoridades porteñas, un video de la obra en cuestión, donde se visualizaba el tono crítico utilizado por los docentes hacia los dirigentes del PRO. Paralelamente, el mismo Ministro habilitó una línea telefónica para estimular la realización de denuncias sobre supuestas “intromisiones política en las escuelas”. Mientras que otro administrador de empresa, pero devenido a Jefe de Gabinete porteño, es decir, Horacio Rodríguez Larreta, afirmó que“…No se puede tomar la escuela para hacer política. A la escuela se va a aprender, no a recibir adoctrinamiento político…” En ese sentido, queda claro que los referentes del oficialismo porteño están dispuestos a decir y hacer cualquier cosa, con tal de entorpecer el desarrollo de la conciencia política en los jóvenes. Sucede que estás personas formadas para hacer negocios, siguen las doctrinas del publicista Jaime Durán Barba. Quien en la página 66 de su libro “EL ARTE DE GANAR”, admite: . “…Cuando diseñamos una estrategia de campaña (…) nos interesan más los electores poco informados, los menos politizados, porque son ellos los que pueden moverse…” De esa forma, se entiende por qué los dirigentes del PRO habían manifestado desde sus orígenes que iban a ser un soplo de nuevos aires político, y luego con el ejercicio de sus actos, demostraron que NO sirven más que para inflar unos cuantos globos. Es que a ellos NO les conviene que la política sea visualizada de otra manera, ya que si el electorado tomara conciencia de que estos dirigentes son el resultado de una formación dada entre barrios cerrados y colegios privados, entonces a nadie le quedaría dudas de que son los menos idóneos para administrar las instituciones públicas con el correspondiente sentido social. Por todo esto, ojala que los chicos algún día entiendan que detrás de los globos siempre hay una fiesta, pero si son de color amarrillo, entonces la felicidad NO será para todos.

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