viernes, 11 de noviembre de 2011

La Felicidad de los Infelices


Desde el triunfo del liberalismo hasta la actualidad, el “sistema capitalista” estimula, como si fuese una relación de causa y efecto, la idea de “felicidad” atada a la obtención de determinados bienes materiales.
De esa forma, suele ocurrir que las personas llegan creer que desean un objeto porque les gusta, cuando en realidad lo hacen porque les fue señalado desde el exterior.
En ese sentido, resulta ejemplificador la publicidad del nuevo Fiat 500, en la cual se leen las siguientes consignas: “nada más importante que tu felicidad”, “Es tu regalo, vos te lo mereces”, “VOS ANTES QUE NADA”. Es decir, todos mensajes que no sólo alienta a un deseo material desmesurado, sino también a un individualismo en extremo.
Cabe pensar entonces, cuanto mejor podría ser la sociedad si las consignas de la doctrina que la domina, fueran en sentido contrario. O sea, si apuntarán a la idea de que la felicidad se consigue haciendo felices a los demás, y NO en relación a la capacidad de consumo. De esa manera, seguro habría menos estúpidos que intentaran obtener con la billetera, aquello que sólo se consigue con el corazón.

martes, 8 de noviembre de 2011

NO hay quien resista al pecado original del periodismo


El último domingo el escritor José Pablo Feinmann, publicó una nota en página/12, que pareció adherir a la filosofía de su enemigo cultural, Samuel "Chiche" Gelblung. A quien se le atribuye la consigna: “no dejes que la verdad te estropee una buena nota”.
En ese sentido, desde la contratapa del citado matutino, Feinmann afirmó:

“…Claude Eatherly es uno de los pilotos que han dejado caer una de las bombas sobre Hiroshima. Vio el resplandor diabólico o místico, cuasi divino, bajo sus ojos. Cuando aterrizó, secamente le dijeron: “Mataste 200.000 personas en cinco minutos”…”

Sin embargo, resulta imposible que el pilotó en cuestión haya presenciado tal escena. Ya que el 6 de agosto de 1945, Eatherly tripuló un avión de reconocimiento llamado “Straight Flush”. En el cual, sobrevoló la fatídica zona antes de que el ave negra, “Enola Gay”, abriera su boca asesina.
De esa forma, da la impresión que la “mentira” en el ejercicio del periodismo, es un recurso ineludible. Aún para los mejores escritores.

VER el siguiente ENLACE:
http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-180627-2011-11-06.html